La Junta de Andalucía desplegará en breve un dispositivo especial de control sobre viviendas turísticas en Mojácar y otras zonas de alta presión de Almería. Su objetivo es combatir la oferta irregular y proteger la convivencia vecinal.
El operativo, confirmado por la Consejería de Turismo, combinará ciberpatrullas que rastrearán plataformas digitales como Airbnb o Booking, con inspecciones físicas sobre el terreno. Mojácar, junto a Almería capital, Roquetas de Mar y Níjar, será un foco prioritario de estas actuaciones debido a la elevada concentración de alojamientos turísticos registrados en la provincia.
Los inspectores buscarán las irregularidades más comunes que llevan a la cancelación de viviendas turísticas y que incluyen la falta de declaración responsable, el incumplimiento de la superficie mínima por huésped, acceso inadecuado al inmueble o carencia de equipamiento obligatorio, como botiquines de primeros auxilios.
Para prevenir problemas, la Junta ha implementado un sistema de alertas automáticas. Cuando un propietario intenta registrar una vivienda turística en una zona clasificada como tensionada –donde pueden aplicarse restricciones–, recibe un aviso inmediato sobre posibles incompatibilidades urbanísticas. Ignorar esta advertencia puede derivar en la denegación del registro o en la apertura de un expediente sancionador.
El contexto provincial indica que hay 2.860 viviendas turísticas registradas en Almería, cifra que se prevé aumente tras la entrada en vigor del registro estatal el pasado 1 de julio. Sin embargo, la Junta mantiene su registro andaluz y sus mecanismos de control local. (VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)




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