El Ayuntamiento de Vera ha decidido pasar a la ofensiva en su cruzada particular contra quienes convierten las calles en un vertedero. Ante la acumulación diaria de muebles, electrodomésticos y enseres junto a los contenedores, el Consistorio no se limita a recogerlo. Ha iniciado una campaña de rastreo para dar con los responsables, investigando la basura abandonada como si de una escena del crimen se tratara.
La campaña especial de recogida puesta en marcha hace unos días, va a continuar. «Nos vemos obligados a continuar con el 𝘀𝗲𝗿𝘃𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮𝗼𝗿𝗱𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗺𝗽𝗶𝗲𝘇𝗮 𝘆 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗴𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝘂𝗼𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼𝘀» ante la persistencia del problema.
La estrategia que se sigue es doble. Por un lado, los servicios municipales examinan minuciosamente los residuos en busca de cualquier pista: una factura, una etiqueta con una dirección o cualquier documento que permita identificar al propietario, «𝘀𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲 𝗶𝗻𝘃𝗲𝘀𝘁𝗶𝗴𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝘂𝗼𝘀, 𝗮𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘁𝗶𝗾𝘂𝗲𝘁𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗼𝗰𝘂𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀». El objetivo es personalizar la sanción, dejando de ser una limpieza anónima para convertirse en una persecución directa del infractor.
Por otro, la Policía Local ha intensificado la vigilancia con un operativo que incluye agentes de paisano y el uso de cámaras de seguridad. Pero la pieza clave es la colaboración ciudadana. El Ayuntamiento pide a los vecinos que sean sus aliados y denuncien, incluso de forma anónima a través de WhatsApp, proporcionando fotos o vídeos de los actos incívicos.
Mientras todos los vecinos pagan con sus impuestos el servicio extra de limpieza, los infractores identificados se enfrentan a multas que pueden llegar a los 1.500 euros. La tolerancia con quienes degradan la ciudad ha llegado a su fin, «no vamos a tolerar más comportamientos que atenten contra la convivencia y la limpieza de nuestro municipio», indican fuentes municipales.(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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