El Vaticano reconoce un milagro del Cura Valera y procede a su beatificación

El Papa León XIV ha aprobado el milagro atribuido a Salvador Valera Parra, conocido como el Cura Valera, procediendo el Vaticano a su beatificación. Este sacerdote huercalense, figura emblemática del Levante almeriense, será proclamado beato tras décadas de proceso canónico, según confirmó la Santa Sede el pasado 20 de junio. El pueblo de Huércal Overa recibió la noticia con repique de campanas y espera celebrar la ceremonia en 2027.

Nacido en 1816 en una humilde familia de Huércal-Overa, Valera destacó por su caridad sin límites y entrega a los más vulnerables. Tras ejercer en Murcia, regresó en 1868 como párroco a su pueblo natal, donde repartía su comida, velaba por enfermos y enfrentó epidemias de cólera con heroísmo. Su muerte en 1889, consolidó su fama de santidad, que perdura hoy en su tumba de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

El milagro ocurrió en 2007 en Rhode Island (EE.UU.), cuando el recién nacido Tyquan Hall sufrió un paro cardiorrespiratorio. El doctor Juan Sánchez-Esteban, pediatra y natural de Huércal-Overa, invocó al Cura Valera en su desesperación, pidiéndole que intercediera por el recién nacido al que estaba tratando de salvar la vida sin mucha esperanza. Tras una hora intentando reanimarlo, el niño se recuperó sin secuelas, un hecho médicamente inexplicable que, tras rigurosos estudios en Roma, fue reconocido como milagro.

Hoy, la comunidad cristiana de Huércal Overa y la de gran parte del Levante almeriense reviven el legado de un sacerdote sin hazañas extraordinarias, pero cuya vida de oración, humildad y servicio a los pobres marcó a varias generaciones. Su casa natal, en la calle que lleva su nombre, sigue siendo testigo de una devoción que reúne a muchos de sus fieles cada 27 de febrero, fecha de su nacimiento.

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