La Policía Local de Cuevas del Almanzora y los bomberos del Consorcio actuaron rápido la pasada madrugada del jueves, a eso de las tres y cuarto. Evitaron que un incidente menor -un quad ardiendo- acabara en tragedia.
El vehículo estaba en la puerta de la vivienda de Juan, un conocido vecino que vive con una pierna amputada desde hace años, tras sufrir un accidente. La versión de Juan es que alguien quemó el quad, propagándose las llamas por parte de la fachada e impidiendo que él y otra persona que le acompañaba pudieran salir al exterior. “El humo empezaba a entrar en la casa cuando llegó, gracias a Dios, la Policía, y enseguida los bomberos”.

(LAS LLAMAS ALCANZARON LA UNIDAD EXTERIOR DEL AIRE ACONDICIONADO)
El sábado denunció el hecho ante la Guardia Civil y espera que se encuentre a los responsables. No tiene duda de que fue intencionado y señala a sospechosos. La Policía Local informa de que trata de localizar imágenes esclarecedoras del suceso en las cámaras de la vía pública, pero el espacio que cubren los objetivos no llega a las inmediaciones de la casa de Juan. “Tenemos cámaras situadas en el entorno de la plaza de abastos, pero no en las calles que la colindan”. En una de ellas está la vivienda afectada.
Los daños son pocos si los comparamos con lo que podía haber pasado. Un quad quemado, un porche y la fachada con desperfectos, la unidad exterior del aire acondicionado inutilizada, unas lonas chamuscadas y la sustitución de algunos cables de la luz. Nada comparable a la vida. La imagen que acompaña esta noticia es suficientemente esclarecedora de lo cerca que estuvo todo de convertirse en un hecho luctuoso.
Pero Juan, que celebra no haber sufrido daños físicos -ni él ni la otra persona-, lamenta perder el instrumento que le permitía moverse de aquí para allá. “Desde el miércoles no salgo, me falta una pierna y ese quad eran mis pies y mis manos; con él iba y venía, traía la compra, todo pasaba por ese vehículo, y ahora no lo tengo”. “Tampoco poseo mucho dinero, vivo de una pequeña prestación del Estado y ahora tengo que ver si encuentro otro quad que pueda pagarlo”.





(ASÍ QUEDÓ EL QUAD)
Este hombre de sesenta y tantos años está convencido de que alguien pagó a un tercero para que incendiara el quad. “Personas a quienes molestan mis quejas por sus ruidos han mandado a alguien para que haga esto. Espero que la Guardia Civil pueda confirmarlo”. (VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)