Tras el accidente mortal del pasado viernes 20 de junio en la carretera A-1101 (Sorbas-Zurgena), el alcalde de Lubrín, Domingo Ramos, ha pedido ayuda a su homólogo de Zurgena, Domingo Trabalón. Juntos exigirían a la Junta de Andalucía la intervención urgente en un tramo «peligroso» que Ramos viene reclamando desde 2015, sin éxito.
El desencadenante fue un accidente a primera hora de la tarde del viernes. Un camión cargado de piedras se salió de la vía y volcó en el tramo entre Rambla Aljibe (Lubrín) y Zurgena. Pese al rápido despliegue de bomberos de Albox y Huércal Overa, un helicóptero sanitario y equipos médicos, el conductor, un vecino de Albox, quedó atrapado en la cabina y falleció.
«Llevo advirtiéndolo desde 2015. Sufro cada vez que pasa algo en esta carretera», declara Ramos. Sus reclamaciones se iniciaron tras unas obras realizadas por la Junta. Aquella intervención, centrada en repavimentar e instalar quitamiedos, redujo aún más el ya limitado espacio de una carretera serpenteante. «Las curvas son tan cerradas, especialmente en puntos sin visibilidad, que es imposible que dos vehículos pesados se crucen con seguridad», explica el regidor.
Nueve años de peticiones verbales y escritas a la Junta “que han caído en saco roto”. La tragedia del viernes fue la gota que colmó el vaso y tres días después, el lunes 23, Ramos habló con Trabalón, el alcalde de Zurgena, municipio afectado por la peligrosidad de esta carretera. «Le he pedido ayuda para que también solicite la intervención. A ver si, pidiéndolo juntos, la Junta nos escucha por fin», argumenta Ramos.
La A-1101 es una arteria vital para la comarca. Por ella circulan a diario camiones de transporte de porcino (de más de 12 metros), de piensos, de ganado caprino, de repartos de almazaras y de canteras. Pero lo que más angustia a Ramos es el autobús escolar de Lubrín: «Sufro cuando sé que ese autobús, con entre 15 y 20 niños del pueblo, tiene que pasar cada día por esta carretera de tanto tránsito pesado».
El alcalde insiste en que la solución no requiere una gran inversión. «No pido grandes obras, no las he tenido nunca. Basta con ensanchar las curvas más críticas y peligrosas, las que no tienen visibilidad, para eliminar este riesgo constante». Recuerda que el tramo Sorbas-Zurgena, pese a su belleza paisajística, ya se ha cobrado vidas antes, como las de varios motoristas.
Ramos se cuestiona: «¿Seguimos esperando a que ocurra una desgracia o se va a actuar ya?». Confiesa que «se me ponen los pelos de punta cada vez que escucho que hay un accidente aquí». Tras haber hablado con varios delegados de la Junta sin obtener respuesta, no sabe qué más hacer, pero su determinación es firme: «Yo lo tengo claro, voy a seguir insistiendo. Cuando se trata de vidas humanas, eso debe ser prioritario sobre todo lo demás».
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