Les prohíben pescar casi cinco meses y no les pagan las ayudas

El presidente de la Cofradía de Pescadores de Garrucha, Gaspar Giménez, ha denunciado los retrasos en el pago de las ayudas derivadas de los paros biológicos y el impacto negativo de las restricciones en la actividad pesquera. Según ha señalado, el 99% de los pescadores del puerto dependen de la captura de gamba roja, una especie que se ha visto especialmente afectada por las medidas impuestas para cumplir con los compromisos del Plan establecido por la Comisión Europea.

El paro biológico obligó a la flota de aproximadamente 40 embarcaciones a detener su actividad durante los meses de enero y febrero pasados, aunque deberán cumplir la totalidad que recoge la normativa que establece un periodo de 130 días sin actividad. Los pescadores garrucheros volvieron a los caladeros en marzo, enfrentándose una situación crítica debido a las cuotas que limitan el peso de las capturas: «es lo que más daño nos está haciendo. La situación va a peor y nos van a freír», ha afirmado el presidente.

Estas cuotas se calculan en función de la actividad pesquera de cada barco durante los últimos tres años, dividiendo la cantidad resultante por dos y restando un 30%. Sin embargo, este sistema no tiene en cuenta circunstancias como averías o periodos de inactividad, lo que ha generado desigualdades entre los pescadores. «Unos tienen 5.000 kilos autorizados, otros 2.000 y algunos sólo 1.000 kilos», ha explicado Giménez.

Además de las restricciones, el presidente de la Cofradía garruchera ha lamentado los retrasos en el pago de las compensaciones por el paro biológico de 2024. «Estamos en junio y aún no hemos cobrado las ayudas del año pasado. Esto es insostenible. Los pescadores asalariados agotan sus paros y los patrones, que somos autónomos, ya no tenemos capacidad para soportar esto», ha declarado.

El sector considera que los paros biológicos deberían establecerse teniendo en cuenta la situación específica de los caladeros de cada puerto, en lugar de aplicar medidas generalizadas. «Los paros deberían adaptarse a la realidad de cada zona. En nuestros caladeros hay gambas, muchas. Más que nunca», ha insistido el presidente, quien advierte de que, de no tomarse medidas urgentes, la viabilidad del sector pesquero de Garrucha podría estar en peligro.

Mientras tanto, los pescadores continúan lidiando con las restricciones y la incertidumbre financiera provocada por el “enorme retraso de las ayudas”, en un contexto que amenaza con agravar la crisis en uno de los sectores más importantes de la localidad.