Las formaciones espumosas de color marrón aparecidas en la playa de Vera tienen un origen completamente natural, son inocuas y el resultado de la sedimentación y descomposición de algas y minerales, arrastrados por el oleaje hasta la orilla, y no producto de contaminación o vertidos, según informa el Ayuntamiento de Vera.
El Consistorio cita un estudio elaborado por el profesor Francisco Duro, experto en Química y Mineralogía de la Universidad de Málaga, publicado por Oceanaria-Andalucía.
El documento sostiene que el tamaño de las partículas que componen estas espumas, conocidas como nata, es más pequeño que el límite de resolución del ojo humano (1mm) e incluso más pequeño que el límite de resolución de un microscopio óptico (10 µm). Por esta razón, hasta el desarrollo de los microscopios electrónicos no se pudo determinar que eran unas partículas minerales, concretamente arcillas, con un tamaño extremadamente pequeño (2 µm). Precisamente por esta razón, eran invisibles al ojo humano y al microscopio óptico.
Estas partículas de arcilla, que forman parte del polvo de nuestras arenas, tienen cargas superficiales que hacen que, cuando se encuentran, se unen formando agregados porosos de baja densidad que acaban flotando en el agua. Una vez formado este agregado flotante puede adsorber cualquier cosa que esté en el agua.
En estas espumas, los investigadores han encontrado, junto a las partículas de arcilla, microalgas y, en algunas ocasiones, granos de polen junto a una microbiología natural y marina. En definitiva, las natas están formadas por minerales de la arcilla (más de un 90%) y, en menor medida por microalgas (5-10%) y por una microbiología natural. (VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)





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