Galasa, la empresa que gestiona el ciclo integral del agua en casi todo el Levante almeriense, viene avisando desde 2002 al Ayuntamiento de Garrucha que los dos depósitos municipales, -uno de 600 m3 (con la techumbre desplomada) y otro de 1.000 m3- «son insuficientes para abastecer a la población», puesto que el consumo diario “es 4,5 veces mayor”, y la demanda “se incrementa considerablemente en verano”.
Esta información aparece en un informe de la empresa pública, dirigido al Ayuntamiento e incluido en un acta notarial recibida y firmada el 1 de julio de 2022 por José Antonio Gallardo, entonces concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, cuando el Ayuntamiento prescindió de los servicios de Galasa.
En un principio, el Consistorio atendió la recomendación de Galasa de construir un nuevo aljibe con mayor capacidad que sustituyera a los dos existentes, pero el proyecto quedó en nada porque en 2005 la municipalidad no consiguió acreditar la propiedad de los terrenos elegidos.
La situación se agravó en 2009, cuando el forjado de la cubierta del depósito pequeño se derrumbó. Galasa instó al Gobierno local a adquirir la propiedad de la parcela, y la compró en julio de 2014, pero el expediente de la obra quedó parado porque el Ayuntamiento no consiguió crédito suficiente para hacerla -el presupuesto ascendía a 866.880,27 euros- y, cuando percibió 4 millones por encomendar la gestión del ciclo integral del agua durante 25 años, no invirtió en construir un depósito que garantizara el agua a los garrucheros ante cualquier eventualidad.
Hace unos días, Garrucha apeló a la solidaridad de la vecina Ciudad de Vera para suministrar agua a sus vecinos durante un corte de 40 horas, programado por Acuamed, para labores de mantenimiento en la red que abastece los distintos depósitos municipales de la comarca desde la desaladora de Carboneras.
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