Un serie de camiones descargan arena esta semana en las playas de Vera, un ritual ya familiar para el municipio. Es la octava vez en los últimos años que la costa veratense recibe una aportación urgente de arena para combatir la erosión. Los trabajos, ordenados por el Ministerio para la Transición Ecológica, comenzaron el 24 de noviembre y se extienden desde La Laguna hasta Palomares.
El concejal de Playas, Pedro Salas, ve con ambivalencia esta actuación. «La reposición nos viene bien porque nos ayuda a mantener nuestras playas, pero no es la solución. Esto es sólo una tirita en la herida«, explica. El Ayuntamiento no ha recibido detalles sobre el coste o volumen de esta actuación, que ejecuta la empresa TRAGSA, sóolo el calendario que prevé que terminen el 5 de diciembre.
Esta «tirita» se ha repetido al menos en ocho ocasiones. La anterior fue en mayo de este mismo año. Cada una de estas aportaciones suele rondar los 40.000 metros cúbicos de arena y un coste de unos 400.000 euros. Salas señala la paradoja: el dinero acumulado en estas soluciones temporales ya casi equivale a la obra permanente que llevan 18 años esperando.
La solución que Vera reclama desde hace casi dos décadas es la construcción de dos espigones: uno de 260 metros junto a Garrucha y otro de 40 en Vera-Natsum. Su presupuesto, 3,6 millones de euros, contrasta con los aproximadamente 3,2 millones ya invertidos en las sucesivas reposiciones de arena. Mientras la «tirita» se aplica de nuevo, el proyecto que evitaría este ciclo permanente sigue pendiente sobre el papel.(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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