El alcalde de María, José Antonio García Alcaina, ha tomado posesión este lunes como nuevo presidente de la Diputación Provincial de Almería, en un acto de marcado carácter municipalista que congregó a más de 60 regidores. Su discurso, centrado en la cohesión territorial, planteó como eje principal «vertebrar» la provincia y convertir a los ayuntamientos en el corazón de una nueva etapa que busca dejar atrás semanas críticas para la institución.
La sesión plenaria, celebrada en el Palacio Provincial, sirvió para cerrar la crisis abierta tras la dimisión del anterior presidente, Javier Aureliano García, investigado en el ‘caso Mascarillas’. García Alcaina, que hasta ahora ejercía como diputado provincial de Deportes, ha heredado así el mandato con el compromiso de restablecer la normalidad y centrarse en la gestión. En su intervención, reconoció que han sido «semanas complicadas» y trasladó su confianza en que los investigados puedan «demostrar su inocencia», subrayando que la institución «no se ha parado en ningún momento».
El nuevo presidente, natural de un municipio de poco más de mil habitantes, hizo de su condición de alcalde el pilar de su discurso. «Hoy me veo como alcalde de alcaldes», afirmó, prometiendo que los 19 meses que restan de legislatura estarán dedicados a atender las demandas de los 103 municipios. Bajo el lema ‘Objetivo Almería Un Millón’, presentó un proyecto para frenar la despoblación mediante inversiones estratégicas en el Levante, Almanzora y Los Vélez, y mejorar la conexión entre territorios.
El acto de entrega de la vara de mando García Alcaina explicó que el bastón de 90 centímetros «es igual para todos los municipios», en un gesto que buscó reforzar su promesa de equidad. Su perfil, el de un técnico en telecomunicaciones que gobierna el pueblo más distante de la capital, se presenta como garantía de esa comprensión de las necesidades del mundo rural.
Pese al tono de apertura del discurso, el desarrollo del pleno estuvo marcado por una polémica decisión: la Diputación no permitió el acceso al salón de plenos a fotógrafos ni cámaras de televisión, alegando limitaciones de aforo. Los profesionales pudieron seguir el acto desde una sala anexa a través de una pantalla.
Esta medida ha suscitado el «rechazo» de la Asociación de la Prensa de Almería (APA), que en un comunicado la calificó de «grave retroceso» para la transparencia en «un momento en el que, precisamente, la sociedad demanda más claridad» a las instituciones. La APA ha recordado que la Ley de Transparencia obliga a garantizar el acceso de los medios gráficos a los plenos para el derecho fundamental a la información.
Con la página del ‘caso Mascarillas’ aún abierta en los juzgados, la nueva presidencia inicia su andadura entre el ambicioso proyecto de cohesionar Almería y el desafío de recuperar la confianza institucional plena. «Escribamos juntos el destino de la mejor tierra del mundo», concluyó García Alcaina, empeñando su palabra en una gestión dirigida, sobre todo, a los pueblos.(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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