En la noche del pasado domingo 10 de agosto los vecinos de varias localidades del Levante almeriense, como Turre, Vera y Mojácar, fueron testigos de un espectáculo luminoso que, en un principio, generó cierta confusión entre los observadores. Lo que vieron no era una estrella fugaz, sino artefactos espaciales en reentrada en la atmósfera, un fenómeno cada vez más frecuente y que ha sido confirmado por la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN).
La reentrada tuvo lugar pocos minutos antes de la medianoche, cuando varias bolas de fuego atravesaron el cielo durante varios segundos, dejando tras de sí largas estelas que fueron captadas en fotografías y vídeos por los testigos.
La explicación oficial indica que se trataba de basura espacial procedente de la cuarta etapa del cohete chino Jielong-3, lanzado el pasado 8 de agosto, que tras cumplir su misión permaneció en órbita hasta que, por causas naturales, reentró en la atmósfera.
Según el observatorio Astronómico de Calar Alto, el objeto apareció sobre el Atlántico a unos 118 kilómetros de altitud, recorrió más de 900 kilómetros a una velocidad aproximada de 29.000 km/hora y se fragmentó en varias piezas visibles durante su descenso. La comunidad científica advierte que estos episodios, que cada vez se registran con mayor frecuencia, corresponden a restos de satélites y cohetes que, tras cumplir su ciclo, regresan a la Tierra en un espectáculo que, aunque llamativo, forma parte del tráfico espacial en auge. (VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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