CLEMENTE FLORES

Mojácar y la ‘variante’: colas y atascos (V)

🎙️ Informativo 23/12/2025

El fiasco de la variante. Cuando estamos escribiendo lo que estás leyendo ahora, hace cuarenta y seis años (casi medio siglo) que las funciones y servicios en materia de carreteras se traspasaron a la Junta de Andalucía y hace más de un cuarto de siglo que estaba ”previsto” ejecutar la variante de la carretera de la playa que une Garrucha con Carboneras debido a que dicha carretera sufría grandes atascos debido a las construcciones y alteraciones que se habían producido, a su paso por la costa mojaquera, afectando a sus bordes, conexiones, seguridad y velocidad media.

Cualquiera que no mire un mapa de nuestra comarca con ojos de miope y con mente rácana, ruin y miserable puede entender que el Levante almeriense es una comarca que enlaza y conecta con las poblaciones de Águilas y Lorca en la provincia de Murcia y con Níjar y Cabo de Gata camino de Almería. Durante siglos la historia de nuestra tierra se desarrolló enquistada y aislada del resto de España por falta de comunicaciones. Hoy a pocos kilómetros de la costa tenemos una autopista que nos lleva a todas partes y necesitamos mantener una red interna de carreteras cercana a la costa, e incluso otros medios como barcos, con recorridos comarcales, que aumenten la cohesión y las comunicaciones intermunicipales complementando los servicios que nos proporciona la autopista más al interior. Para municipios como Carboneras que han perdido, a mi juicio, sin tiempo de asimilación ni mayor reflexión la Central Térmica y otras industrias derivadas, la carretera de la costa enlazando hacia el Norte -Mojácar- es vital. De no verlo y de no lograr que se haga realidad sería una traición al futuro de la comarca que habría que reprochar por siempre y para siempre a nuestros políticos provinciales y autonómicos. El futuro no puede ganarse poniendo barreras y el comercio no puede progresar cerrando caminos.

¿Cuáles han sido realmente las actuaciones de la Consejería de Obras Públicas en orden a ejecutar la variante de la carretera de la costa que unía Garrucha y Carboneras?

La carretera variante, de titularidad supra municipal, figuraba desde finales de siglo en los planes de la Junta para ser ejecutada con recursos propios. (Plan Más Cerca) y pertenece a la Red Autonómica. Es bueno cuando prácticamente nos quieren ocultar que se ha abandonado el proyecto, recordar el camino andado.

La variante se proyecta en los años noventa como una carretera de nuevo trazado para unir la carretera A-370 en Cuartillas (termino de Mojácar) con la Al-5107 al sur de la zona urbanizada de Mojácar y su objeto es descargar de tráfico la carretera de la costa.

En principio este proyecto se recogió en un convenio de actuaciones conjuntas entre la Junta y la Diputación Provincial financiado con fondos de inversión europea (FEDER).

La variante costera se proyectó en el año 2002 en dos fases, la primera de las cuales, Al-1203 se finalizó en el año 2006. Proyectada con bastante racanería al ponerse en servicio se hizo patente que la incorporación a la carretera de los Gallardos-Garrucha resultaba sumamente peligrosa por la intensidad del tráfico de camiones. No deberían haber pasado quince años para modificar el acceso y lo que es mucho peor para construir un enlace rácano, en los giros y peligroso por la falta de visibilidad en las esperas. Es algo tan evidente que está pidiendo modificarse y que no se puede predecir con o sin ayuda de los fondos FEDER cuando se hará. A mi juicio sobraban los ditirambos que declamaron el alcalde de Mojácar y la consejera de la Junta el día de la inauguración mientras podían haber comprobado las dificultades de giro de los autobuses más largos o los vehículos articulados en algunos giros.

¿Que había pasado con el segundo tramo de la carretera de circunvalación cuyo proyecto se realizó en 2005? La consejera de Fomento declaró en una sesión de control en el Parlamento andaluz, el día 24/10/2013, que estaba redactado el proyecto de dicho tramo con una longitud de 5,8 kilómetros y con un presupuesto superior a diez millones de euros que no contaba con la autorización ambiental y que la acometida de la obra estaba sujeta a la disponibilidad presupuestaria.

He leído otras declaraciones también bastante escuetas diciendo que “dado que la Declaración de Impacto Ambiental de la 2ª fase se consideró inviable, la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Fomento anuló la actuación al respecto sin dar otras explicaciones y el proyecto pasó a vivir de momento el sueño de los justos. Solo por ignorancia o mala fe se puede tomar una decisión así y como ciudadano de a pie no puedo quedarme tranquilo sabiendo que un organismo superior con claras responsabilidades en la construcción de las carreteras a quien nadie se atreve a juzgar toma tal decisión, convencido de que tiene autoridad para hacerlo.

No conozco el documento con la Declaración de Impacto de esta 2ª fase de la variante, y como he asegurado antes tengo incluso dudas de que se llevase a cabo. Pese a haberlo buscado, solo conozco las declaraciones de Carlos Cervantes que se refería a él como “falsedad documental”. Todo, al parecer, venía del descubrimiento del Limonium Estevei en Macenas. Liar más las cosas, dicen que es el mejor remedio para no aclararlas.

¿Había venido EL MEDIO AMBIENTE a condenarnos eternamente a los atascos que duran y perduran en la carretera de la costa? ¿Sería posible que unas cuantas plantas de Limonium Estevei, que nunca habían llamado la atención de ningún mojaquero provocasen el abandono del proyecto?

Llegado a este punto querido lector me veo obligado a pausar el relato y hacer un alto en el camino de la narración para hablar de algo que particularmente me interesa y que a todos los ciudadanos de buena voluntad también les debe interesar. ¿El Limonium?

Durante cientos de años nadie lo había recolectado para algún fin útil concreto cuando se criaba semitapado por otras plantas en los bordes de las ramblas de Macenas. Hablemos de él. Aquí donde la mentira se convierte fácilmente en una DANA merece la pena pararse.

EL LIMONIUM ESTEVEI

Para evitar equívocos y juicios prematuros te diré lector que en materia medioambiental soy un ignorante, pero no un profano. Hace unos días, un sobrino me regaló un precioso atlas de Bruño editado a finales de los cincuenta cuando yo estaba acabando el bachiller.

En la introducción recoge que los reinos de la naturaleza son tres a saber: animal, vegetal y mineral. Cuando acabé mi licenciatura en ciencias medioambientales, en el año 2008, tenía asumido que al menos los reinos de la naturaleza eran ocho porque, a los que conocía cuando acabé el bachiller, había que sumarles, al menos, los reinos Fungi, Protozoos, Cromistas Arqueas y Bacterias. A pesar de no haber dejado jamás de estudiar debo reconocer que de alguno de estos reinos no tengo casi ni nociones elementales, lo cual no me permite ignorar ni menospreciar su presencia ni su participación activa en el medio que nos desenvolvemos, nuestro planeta Tierra.

Tampoco mi posición ideológica frente a la naturaleza ha permanecido constante y en un mundo donde se dice que se menosprecian las ideas y sentimientos creo que en mi caso solamente las he cambiado. La ideología cultural imperante en nuestra sociedad estaba orientada, cuando yo era joven, según los valores de la tradición judío-cristiana, de acuerdo con el relato del Génesis, que justificaba la utilización y el libre consumo sin limitaciones de todos los recursos que ofrece la naturaleza por el hombre y a su servicio. Incluso la Iglesia ha cambiado de visión y posición. En 2015 el Papa Francisco sentó doctrina, coincidiendo con el progreso de distintas disciplinas y con lo que la cultura imperante había ido asimilando desde el inicio del siglo para cuestionar la posición del hombre en el trono de rey de la creación, donde el Génesis le había situado, y colocarle evolucionando en un ecosistema en continua interacción con otros individuos de su misma especie, con otras especies y con el medio natural.

De acuerdo con la interpretación tradicional del Génesis se había favorecido la explotación salvaje de la naturaleza con una imagen del ser humano dominante y destructivo pretendiendo ocupar el lugar de Dios. Ahora, con la nueva encíclica se le obliga a respetar la bondad propia de cada criatura y a ordenar su conducta no sólo en relación con los demás seres humanos sino también en su relación con los demás seres vivos. El Papa recordó que hemos interpretado incorrectamente las Escrituras y que, con relación a la tierra, el hombre, no debe limitarse a tomar lo que necesita para su supervivencia, sino que tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las generaciones futuras. No es tanto, cuestión de fe, sino de racionalidad y por ello estoy de acuerdo con el Papa, aunque no admito prioridades absolutas ni dogmáticas prefijadas en el caso de que los intereses del hombre con otros seres vivos entren en competencia. El hombre en estos casos tiene la ventaja de que puede acudir y echar mano de la razón. ¡Ojalá que siempre sea así! (Continuará)

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