🎙️ Informativo 23/12/2025
La defensa del hombre investigado por la muerte del niño de cuatro años en Garrucha presentó ayer, lunes 22 de diciembre, archivos de audio ante el juzgado para sostener que el fallecimiento fue el resultado de prácticas de «curanderismo» y no de un asesinato. Los letrados buscan con esta aportación que los hechos se recalifiquen como un homicidio imprudente.
En un comunicado, el despacho MCHM Abogados, representante del investigado, se defiende que los hechos del pasado 3 de diciembre fueron el «trágico resultado de una cadena de imprudencias y prácticas de curanderismo». Según su teoría, la «ignorancia» y la «superstición» de los cuidadores derivaron en un desenlace fatal.
Los abogados Manuel Martínez Amate y Diego Ricardo Molinari explican que las grabaciones aportadas revelarían, según su interpretación, varios aspectos clave. Sostienen que la madre habría sometido al niño a un «sobado», descrito como un «masaje abdominal vigoroso de curandero», de forma repetida. Esta práctica, «ejecutada por manos inexpertas sobre un niño con malestar previo», explicaría, a su juicio, las «lesiones hepáticas» halladas en la autopsia.
La defensa detalló que los audios mostrarían un «patrón de negligencia sanitaria absoluta», con automedicación de ibuprofeno y un «diagnóstico por Internet» que habría agravado la situación. También alegaron que se sustituyó «la medicina científica por la superstición», suministrando al menor «tomitas» de «agua bendita y preparados caseros», y que el niño era alimentado con «pan con salchichas» mientras padecía malestar.
Los letrados también argumentaron que las grabaciones probarían que no hubo intención de ocultar la situación. Según su comunicado, la madre «envió fotos de las lesiones a su padre» en Guadalajara y realizaba videollamadas con familiares en Colombia y Venezuela, quienes «validaban el estado del niño a distancia». Para la defensa, esto demostraría «preocupación mal gestionada» y no «ánimo de matar».
Además, indicaron que en los audios el niño se referiría al investigado como «papá», lo que usarían para rechazar la imagen de este como un «maltratador».
Esta nueva estrategia procesal contrasta con el contenido del auto de prisión provisional, que recogía que el investigado habría agredido sexualmente y golpeado al menor, causándole lesiones internas mortales, y describía un maltrato habitual previo.
El juzgado mantiene en prisión provisional, comunicada y sin fianza, tanto al investigado como a la madre del niño. La instrucción del caso se sigue en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vera.(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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