A finales del siglo XIX, las investigaciones de Luis Siret situaron a Almería en el mapa de las grandes civilizaciones de la Antigüedad. Sus hallazgos en Baria —la actual Villaricos— desenterraron una de las ciudades fenicias más influyentes del Mediterráneo, documentando una necrópolis de más de 2.000 tumbas, estructuras portuarias y un templo dedicado a la diosa Astarté que certificaba la importancia espiritual y económica del enclave. Sin embargo, ese legado se enfrenta hoy a una amenaza irreversible. La Asociación «Unidos por Baria» ha alertado de la construcción inminente de 24 viviendas de lujo sobre este suelo arqueológico, calificando el proyecto como la «sentencia de muerte de una ciudad fenicio-púnica que nadie ha excavado ni puesto en valor adecuadamente».
UNA PROTECCIÓN «PAPEL MOJADO»
La cronología de este despropósito administrativo es, para el colectivo, una sucesión de negligencias. Tras la movilización ciudadana que logró frenar un hotel de siete plantas a principios de los 2000, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía emitió una orden el 14 de febrero de 2005 por la que se inscribía oficialmente el yacimiento de Villaricos (Baria) en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz como Zona Arqueológica.
Esta declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) debía ser el escudo definitivo. Sin embargo, lo que Unidos por Baria denuncia es que, a pesar de que la Junta llegó a pagar cerca de dos millones de euros a los promotores por el lucro cesante del hotel original, la administración nunca llegó a adquirir la titularidad pública de la parcela. Esa vulnerabilidad, sumada a una «insuficiente motivación» jurídica por parte de la Junta en los tribunales frente a los propietarios, quienes recurrieron la protección arqueológica, propició que el Tribunal Supremo anulara en marzo de 2015 la protección de una parte esencial del solar. «La propia desidia de la Administración en la defensa del BIC ha sido la alfombra roja para el proyecto actual», lamentan desde la asociación.
HALLAZGOS RELEVANTES BAJO EL SILENCIO
La gravedad de la situación se acentúa con los hallazgos de las últimas prospecciones. A pesar de que la administración no ha hecho pública la Memoria Final de la Excavación —cuyo plazo de entrega venció en 2023—, las filtraciones de la intervención arqueológica son reveladoras. Se han recuperado más de 60 cajas de cerámica, con presencia de piezas griegas de tipo ático, y se han identificado cuatro balsas de salazón, una de ellas de época púnica.
No obstante, el hallazgo más extraordinario, según trasladan fuentes cercanas a la intervención a la asociación, es una estructura de muros que permite deducir la existencia de una dársena fenicia. Se trataría de un «puerto seco» único en la península, comparable solo con los hallados en Chipre o en el sur de Francia. Para los defensores del patrimonio, permitir que esta infraestructura milenaria termine bajo el alcantarillado de una urbanización privada es una pérdida «irreparable para la cultura europea».
UNA BATALLA JUDICIAL CONTRA LA PROPIA ADMINISTRACIÓN
El conflicto se dirime ahora en los tribunales, donde Unidos por Baria libra una batalla insólita. «Luchamos contra la propia Junta de Andalucía, que parece ser la primera interesada en arrasar con la ciudad de Baria», afirman, señalando que la empresa constructora ni siquiera se ha personado en la causa. El último episodio de este periplo judicial ha sido el nombramiento por parte del tribunal de un «perito criminalista» en lugar de un arqueólogo especializado para evaluar los restos, un error de idoneidad que el colectivo ha recurrido este mismo mes de febrero de 2025.
Mientras el proceso sigue vivo, el colectivo llama la atención de que «la Delegación de Cultura ya ha instado al Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora a tramitar las licencias para las infraestructuras de luz y agua». Desde Unidos por Baria denuncian el silencio de instituciones como la Universidad de Almería o la Diputación ante lo que consideran el entierro definitivo de la memoria de Siret. Para la asociación, este proyecto solo servirá para ocultar la historia de Almería «bajo una capa de hormigón y desvergüenza política».(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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