Alrededor de treinta personas se han congregado esta mañana frente al Juzgado de Vera para pedir justicia por Lucca, el niño de cuatro años asesinado en Garrucha el pasado 3 de diciembre, y para exigir más implicación de las administraciones que puedan evitar casos similares en un futuro.
La concentración, convocada por un grupo de vecinos de las playas de Vera y Garrucha, comenzó a las nueve de la mañana de este miércoles 17 de noviembre. La mitad de los asistentes procedía de Vera y el resto de otros municipios de la comarca como Garrucha, Turre, Antas y Los Gallardos. Se trata de un acto de protesta en el que ningún familiar directo del pequeño ha participado.
Los manifestantes trasladaron su perplejidad por lo que consideran una cadena de fallos en la protección del menor. No se explican «cómo una persona con una orden de alejamiento podía seguir conviviendo con el niño y su madre, Bárbara». En su crítica, incluyen a la Guardia Civil, los servicios sociales y el profesorado del colegio al que asistía el niño, señalando que no reaccionaron ante «las notorias evidencias» de maltrato tanto en el menor como en su madre.
La protesta no se ha limitado a las instituciones. Los convocantes también han reprochado la actitud de algunos vecinos que, según afirmaron, «eran testigos de malos tratos. Se dedicaron a grabarlos sin intervenir y ni siquiera denunciar».
El objetivo principal de la concentración fue, según expusieron, pedir «más implicación a las autoridades y administraciones» para blindar la protección a la infancia y evitar que se repitan hechos tan trágicos. La protesta se ha desarrollado de forma pacífica ante la presencia de varios agentes de la Guardia Civil.





El caso, que mantiene en prisión a la madre del menor y a su pareja sentimental, continúa su instrucción en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vera.(VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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