El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado una condena de 14 años de prisión para un hombre que agredió sexualmente durante años a la hija de su pareja en una localidad del Levante Almeriense. Los abusos, que se extendieron a lo largo de la estancia familiar en esta comarca, comenzaron cuando la niña tenía solo nueve años. El condenado se aprovechó de su posición de autoridad, análoga a la paterna, para someter a la menor, a quien amenazaba y privaba de comida si se resistía.
La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la defensa y mantiene en su integridad la sentencia inicial. El agresor deberá indemnizar a la víctima con 30.000 euros y se le impone una orden de alejamiento de 500 metros y de no comunicación durante 20 años. Además, queda inhabilitado durante 18 años para cualquier profesión o actividad relacionada con menores.
Los hechos se iniciaron en 2015 en Barcelona, donde el acusado comenzó una relación con la madre de la menor. Desde el primer momento, estableció con la niña un vínculo que pronto pervirtió. Cuando la víctima tenía aproximadamente 11 años, la familia se trasladó al Levante Almeriense, residiendo en tres domicilios diferentes de la comarca a lo largo de cinco años. Fue aquí donde los abusos se intensificaron en la intimidad del hogar.
El acusado sometía a la menor a «caricias y tocamientos», aprovechando sistemáticamente la ausencia de la madre. Cuando la joven tenía entre 12 y 13 años, los abusos se agravaron con prácticas sexuales más severas, siempre bajo la coacción de que «si no quería que le pasara nada a su madre que no se lo contara». Su resistencia era castigada con enfados, insultos y privación de alimento.
Este trato generó en la víctima un profundo trauma, conductas autodestructivas y un significativo malestar psicológico. La familia regresó finalmente a Barcelona, donde la joven, mostrando una «notable inestabilidad anímica», reveló los hechos a su madre entre lágrimas. La sentencia destaca la «credibilidad» del testimonio de la víctima, corroborado por informes forenses que detectaron síntomas compatibles con el trauma descrito. (VEA NUESTRA PORTADA DE HOY)
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